miércoles, 9 de marzo de 2011

Y ahora soy todas las cosas

Así que ahí estaba,
los ojos cerrados al cielo y el cuerpo alerta.
Me conjuré poderosa y deseé con fuerza.
Me vestí de tiempo y me envolvió la ausencia.

En mi nunca nada y nadie me hice el amor ya sin tristeza.
Me concebí por puro instinto y crecí en mi vientre.
Me di a luz y morí en el parto.
Vacía exhalé, y mis pulmones conocieron el aire.

La calma frenética de mi sangre
finalmente ha encontrado su cauce.


1 comentario:

Cecis ... funámbula dijo...

Sin palabras...cualquiera que sea dicha, queda sin sentido...